sábado, 14 de septiembre de 2013

Te vas...

 Todos alguna vez perdimos a alguien, o alejamos a alguien de nuestras vidas. Cada vez que alguien se aleja sentimos un vacío inmenso e incomparable. Todas las personas que significan algo para nosotros ocupan un espacio en nuestras almas, y cuando se van queda un hueco que nunca nadie podrá llenar. Ya sea por la muerte de un ser querido, por la perdida de un amigo, o por un amor que ya no lo es; siempre que alguien se aleja de nosotros sentimos que el cielo se torna gris y que las nubes caen con fuerza sobre nuestras cabezas. 
 Cuando alguien se va no solo se va sino que con ellos se llevan una parte de nosotros, no es fácil ser el mismo tras la perdida de alguien. Pero a pesar de todo, y de lo solos que podamos sentirnos siempre habrá alguien dispuesto a ocupar una silla... 


Milagros Zapotoczny

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